En su vida pasada, Enrique Luis había estado obsesionado con Silvia Suárez, hija de su chófer, persiguiéndola desde la universidad hasta finalmente casarse con ella. Pero Silvia amaba en secreto a Javier Santos y juntos conspiraron para asesinar a Enrique. Al reencarnar, se vengó exponiendo sus mentiras y enamorando a Teresa León, antes rechazada por su peso. Juntos triunfaron en un concurso de modelos, humillaron públicamente a Silvia y revelaron que Enrique era el verdadero dueño de Galaxia Entretanimiento. Tres años después, mientras Silvia y Teresa celebraron su felicidad, Silvia terminó como limpiadora, pagando por sus malas acciones.