En la película El que nunca puedo olvidar, hace cinco años, una tragedia que cobró la vida de seres queridos de ambos lados obligó a Sofia y Justin a separarse, una separación complicada por las mentiras de Doris, el aborto espontáneo de Sofia y la grave lesión de Justin. Cinco años después, Sofia regresa a Los Ángeles como una periodista reconocida, mientras que Justin se ha convertido en una superestrella del béisbol. Su reencuentro está lleno de conflictos, alimentados por malentendidos (Sofia afirma falsamente estar casada; Justin cree erróneamente que Sofia lo dejó por dinero), obstáculos (la continua oposición de Doris y las maquinaciones de Esther) y peligro (el plan de Esther para cometer asesinato). Finalmente, Justin descubre toda la verdad sobre el pasado, Doris confiesa sus errores y Esther es expuesta por sus crímenes y arrestada. Superando su dolor, Sofia y Justin logran una doble realización en sus carreras (Sofia completa su gran reportaje; Justin gana un campeonato) y en el amor. Su historia destaca cómo la honestidad y el perdón pueden permitir que el amor renazca de las ruinas de las mentiras y la violencia.