Nanette Mosley, la heredera perdida, se enamoró de Lemuel Knox, pero él la despreció como a una simple ingenua. Después de una noche de borrachera con Lemuel, Nanette se encontró embarazada, pero Glenda Harris se llevó el crédito y se convirtió en la prometida de Lemuel. Cuando la hermana adoptiva de Nanette causó un atropello que dejó a Glenda en coma, Nanette se sacrificó para salvar a su padre adoptivo, y Lemuel la metió en prisión. Al salir, Nanette pensó que no volvería a encontrarse con Lemuel, pero el destino tenía otros planes. Por el bien de Glenda, Lemuel torturó a Nanette una y otra vez. Para cuando él lo lamentó, ella ya había dejado de amarlo.