Segunda Oportunidad Películas

Cuando, por la hermana del primer amor de su esposo, descubrió que era la tercera en su propio matrimonio, la que había destruido otra relación e indirectamente causado la muerte de la verdadera amada de su esposo, su mundo se desmoronó. Con el desprecio y la indiferencia de él, decidió poner fin a su vida. Su esposo, creyendo que era solo un berrinche, reaccionó con frialdad e incluso sintió alivio con su ausencia. Pero con el tiempo, comprendió lo profundo de su amor. Cuando quiso buscarla, ya era tarde: ella había muerto. En realidad, fue salvada del intento de suicidio y vivía en secreto en otra ciudad. La maliciosa hermana provocó un accidente para matarla y quedarse con el amor de su esposo, pero ella sobrevivió milagrosamente, aunque con amnesia: solo olvidó a su esposo. Ahora, él emprende un largo camino para recuperarla... ¿Podrá ganarse su perdón y reavivar su amor?

Cuando el amor alcanzó su punto más alto, la muerte se la arrebató sin piedad. Él, con una fortuna que podría comprar el mundo, eligió destruirlo todo, incluso a sí mismo, para estar con ella. Pero el destino, caprichoso y cruel, la devuelve a los años en los que lo odiaba con todo su ser. Ahora, él, con una sonrisa cargada de obsesión, declara —¿Un divorcio? Solo el día que deje de respirar.

De todo lo que Clara Santos lamenta en la vida, nada le duele más que aquella noche con Héctor Guzmán, el hombre al que amó en secreto durante ocho años... ¡y que terminó pidiéndole dinero! Desde entonces, Héctor comenzó a aprovecharse de la situación. Por la noche, era un amante apasionado, pero durante el día la trataba como si fuera una completa desconocida. Cuando Clara se enteró de que él iba a casarse, decidió cortar todo vínculo con él, pensando que podrían terminar las cosas como adultos. Sin embargo, él la llevó de vuelta a su casa. Por viejos rencores, la familia Guzmán se desplomó en una sola noche. Él la dejó ir, pero luego empezó a aparecer constantemente para salvarla de situaciones peligrosas. Clara pensaba que solo era un objeto para él, algo de lo que podría prescindir. Pero no sabía que él la amaba con locura, que su amor por ella era una adicción.